Así que ahí va la receta, que aunque un poco trabajosa, tiene menos misterio de lo que parece.
Para las galletas:
160gr de harina.
100gr de cacao en polvo ( o gránulos).
1/2 cucharadita de Bicarbonato.
Una pizca de sal.
85gr de Mantequilla.
100gr de Azúcar moreno.
2 Huevos.
Mezclamos lo secos en un bol y reservamos.
En otro bol, mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente (pomada), junto con los huevos (1 a 1).
Vamos añadiendo a la mezcla de los secos hasta incorporar.
Estará listo cuando no se nos pegue a las manos. No obstante, si es necesario agregar harina hasta conseguir este punto, proceder.
Estiramos la masa, y horno 170º unos 12 min.
¡¡Ojo!! Cada cual conoce su horno, así que ajustaremos la temperatura y los tiempos según veamos.
Para la glasa real:
Por cada clara de huevo (mejor pasteurizada), 200gr de azúcar glacé.
Colorantes.
Ponemos la clara de huevo en un bol, y con las varillas eléctricas batimos unos segundos hasta que espumen.
Podemos agregar unas gotitas de algún ácido: vinagre, limón, cremor tártaro.. pero no es imprescindible.
Y vamos añadiendo el azúcar glacé a cucharadas, sin prisa pero sin pausa, y vamos batiendo.
Necesitaremos la consistencia de la pasta de dientes para poder delinear la galleta.
Luego añadiremos unas gotitas de agua, conseguir la textura de la glasa de relleno.
Es el momento de colorear la glasa y tras observar que el colorante no ha alterado la consistencia de la glasa, la ponemos en una manga con una boquilla del número 2 de Wilton ( o similares).
Y podemos proceder a delinear las galletas. Para rellenar, tenemos que esperar a que esté seco..
Con la glasa aún húmeda, podemos utilizar sprinkles de colores para decorar nuestros arbolitos navideños.
La galleta, es de un tipo que no queda ni muy dura, ni muy crujiente; así que la glasa le da ese puntito crujiente que le falta.
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